jueves, 26 de abril de 2018

Disertación sobre los efectos nocivos del Alcohol

Informe sobre el Alcohol y los Jóvenes del alumnado de 4º ESO

El alcohol es una droga que deprime el sistema nervioso central, es decir, que enlentece las funciones del cerebro. El alcohol afecta a la capacidad de autocontrol, por lo que puede confundirse con un estimulante. El principal componente de las bebidas alcohólicas es el etanol o alcohol etílico, que tienen diferente concentración según su proceso de elaboración. Su venta está prohibida a menores de 18 años, pero pese a eso, las estadísticas del ministerio de sanidad revelan que el 68,2% de los menores de edad ha consumido alcohol en el último mes.

Su consumo continuado afecta a órganos que están en desarrollo como el hígado, el páncreas y: especialmente, el cerebro. El alcohol ingerido en una bebida es absorbido en el aparato digestivo, desde donde pasa a la circulación sanguínea en la que puede permanecer hasta 18 horas. Pocos minutos después de haber bebido, pueden aparecer una serie de efectos cuya manifestación varía según la cantidad que se haya bebido y las características de la persona. Por orden de aparición en el tiempo y en relación con la concentración en el organismo, estos efectos son los siguientes: desinhibición, euforia, relajación, aumento de la sociabilidad, dificultad para hablar, dificultad para asociar ideas, descoordinación motora y, finalmente, intoxicación aguda. En los casos en que la concentración de alcohol en la sangre alcance o supere los 3 gramos de alcohol por litro pueden parecer apatía y somnolencia, coma o incluso muerte. Los efectos del alcohol dependen de la cantidad consumida, pero existen otras circunstancias que los pueden acelerar o agravar.

La edad: los jóvenes son más sensibles a los efectos del alcohol en actividades que tienen que ver con la planificación, la memoria y aprendizaje, y son más “resistentes” que los adultos a los efectos sedantes y a la descoordinación motora.
El peso y el sexo: el alcohol afecta de modo más grave a las personas con menos tamaño. En general la mujer pesa menos y el tamaño de sus órganos internos es proporcionalmente más pequeño. Por lo tanto, menores cantidades de alcohol pueden producir daños en el cuerpo de forma más rápida.
La cantidad y rapidez de la ingesta: a mayor cantidad de alcohol bebido y a menor tiempo, es mayor la posibilidad de intoxicación. La combinación con bebidas carbónicas como la tónica, las colas, etc. acelera la intoxicación.
La comida: si se come a la vez que se bebe, sobre todo alimentos grasos, se enlentece la intoxicación, pero no se evita ni se reducen los daños al cuerpo.
La combinación con otras sustancias: si se toman tranquilizantes, relajantes o calmantes, se potencian los efectos sedantes del alcohol. Cuando se combina con el cannabis se incrementan los efectos sedantes de ambas sustancias.

Existen varias organizaciones a nivel nacional e internacional que regulan su consumo. Como la FAD o la Fundación Alcohol y Sociedad. La Fundación de Ayuda contra la Drogadicción es una institución privada, sin ánimo de lucro, no confesional e independiente de toda filiación política, de carácter benéfico-asistencial, tiene como misión fundamental la prevención del consumo de drogas y otras conductas de riesgo que impidan o dificulten el desarrollo personal y social de los adolescentes. La Fundación Alcohol y Sociedad, trabaja de forma independiente con vocación de servicio público, para ofrecer a la sociedad información rigurosa junto a soluciones realistas y viables a través de todos sus proyectos. Ambas organizaciones proponen una campaña educativa destinada a prevenir el consumo de alcohol entre los más jóvenes. Su principales objetivos son dar a conocer los efectos de las bebidas alcohólicas, luchar contra el consumo de bebidas y fomentar un consumo moderado, responsable y sensato de bebidas con contenido alcohólico.
Los alumnos/as de 4º de ESO del Colegio Ave María concluimos este informe en base a lo siguiente:
Consideramos que gran parte de la responsabilidad pertenece a los adultos y una gran mayoría de la sociedad que utilizan el alcohol como motivo de casi cualquier celebración o encuentro, lo cual repercute en un modelo de ejemplo para adolescentes.
Beber alcohol viene claramente de influencias externas, especialmente de los grupos de amigos. Pensamos que la inmensa información que recibimos desde el cine, la TV, libros y la sociedad en general es permisiva con estas actuaciones de beber con moderación lo cual conlleva al poco control que puedan hacer los jóvenes del consumo terminando en adicción.
Se consigue mayor popularidad y una personalidad más fuerte; el alcohol da la creencia falsa de estar más seguros de sí mismos.
Se asocia beber moderadamente con felicidad, diversión, con pasar un buen rato y fiesta. No existe disociación entre alcohol y fiesta. Aunque la mayor parte de la juventud se considera más que informada de los efectos nocivos del alcohol prefieren no renunciar a estos efectos para no sentirse desplazados dentro del grupo o el entorno social en momentos de celebración y fiesta.
Existe información suficiente pero la inmensa mayoría piensa que puede controlar el consumo de alcohol y que nunca llegarán a tener un problema serio, una adicción o una enfermedad derivada del mismo.
Creemos que la adicción provoca comas etílicos, inflamación de hígado, muerte de neuronas, cáncer, pancreatitis y otras enfermedades. El alcohólico puede arruinarse económicamente y arruinar a su familia, convertirse en una persona agresiva y violenta llegando a destrozar la vida a sus seres queridos.

En conclusión, algunas de las medidas que proponemos son: evitar o prohibir el “botellón” tanto en ciudades grandes como en pueblos pequeños, controlar su venta los establecimientos de productos alcohólicos. Y en último lugar agradecer la colaboración de instituciones por concienciar a la gente sobre sus efectos y educar a nuevas generaciones convirtiéndolo en responsabilidad social para sus jóvenes.